jueves, 3 de julio de 2008

Relato: Cicuenta Céntimos

Alberto Izaguirre tiene 40 años, un zippo, un disco original de Juan Diego Flórez y un departamento en Surco. Manuel Quispe tiene 45 años, una navaja, un calendario de Susy Días y una camisa de uniforme nueva. ¿Qué es lo que crea desavenencia entre estos hombres? ¿Su clase social? ¿Su doctrina política? ¿Su color de piel?. No. La razón de la disputa son... cincuenta celebérrimos céntimos...

Manuel: Ya pues jefe, ¿Cómo va a ser china hasta el óvalo?, no se pase.
Alberto: Lo siento, no traigo más sencillo
M: Es la tarifa, mire ahí dice (señala el sticker de la ventana)
A: Bueno, si tienes cambio de cien soles...
M: No sea malo, pues, jefe.
A: Entonces, ¿Qué quieres qué haga?
M: Que me pague el sol. Lo justo.
A: Lo siento no tengo. ¡Baja óvalo! ( se dispone a bajar)
M: No, no, no ha pagado. ( sujeta el pestillo de la puerta con la mano)
A: ¡Déjame bajar, cholo de mierda!
M: Hey, ¿Qué pasa? ¡No se ponga faltoso!

Esta mañana, a Alberto Izaguirre se le malogró el carro. Tuvo que tomar taxi para llegar temprano a trabajar a su oficina en Miraflores. A la hora del almuerzo, uno de sus asistentes lo jaló a San Isidro, a un lugar dónde el menú costaba 15, 50. Almorzó, pagó la cuenta (con los 20 soles que le habían sobrado del taxi), y le dejó casi todo el vuelto a la mesera que lo había atendido. Sólo se quedó con cincuenta céntimos. Para no caminar, y no tomar taxi decidió tomar micro. “Cincuenta céntimos, suficiente hasta allá. Estamos cerca.” Pensó.

Chofer: Respete Señor, por favor.
Alberto: ¿Qué respeto?. Hace media hora que le estoy diciendo al cobrador que no tengo para darle más.
C: Es la tarifa señor.
A: Pero, le estoy diciendo que tengo cien soles, si tiene cambio de cien soles, perfecto.
C: No pues, señor, no le vamos a cambiar cien soles, sólo por cincuenta céntimos.
A: Entonces no me haga escándalo por cincuenta céntimos.
C: Ya, ya, ya... Mañuco, deja bajar al pituco misio...

Alberto se baja en el óvalo. Se siente irritado. Camina los pocos pasos que lo separan de la oficina. Se mete las manos en los bolsillos y...

Manuel: ¡Carajo!.
Chofer: ¿Qué pasa?
Manuel: No me pagó.

1 comentario:

Azucena Oré Vereau dijo...

Conozco a tipos como Alberto.